¿Qué importancia le das a los textos de una web?

Seguro que todos los días visitas un montón de páginas diferentes. Navegas, lees, compras desde tu móvil o desde tu ordenador… Lo que transmiten las imágenes es fundamental. Somos visuales y todo entra por los ojos. Desde la comida hasta una tienda online. Eso está claro. Y de hecho otro día te quiero hablar de ello con más detenimiento.

Pero hoy quiero que las palabras se coloquen en el sitio en el que merecen estar.

Desde que comencé mi aventura freelance me he encontrado con perfiles de todo tipo. Hay quien piensa que los textos de una página web son secundarios y cree que no es necesario invertir en ello. Y mucho menos contar con un profesional que se encargue de hacerlo. La figura del sobrinity manager en Social Media puede aplicarse también al mundo del contenido digital 😉

Pero, afortunadamente, está quien considera que una web es el conjunto: una perfecta unión entre imagen y texto. Que le da a esas palabras el valor que realmente tienen y que entiende que ha de ser una persona cualificada la que coja papel y boli (o tecla y pantalla) y se ponga a redactarlas.

Las palabras comunican. Dales un poco de cariño

Puedo sentir un flechazo al ver la foto de un determinado producto, pero realmente me enamorará si la descripción que lo acompaña consigue captar mi atención.

Puedo sonreír al entrar en un blog y ver unas preciosas imágenes. Pero solo sentiré cosquillas en la tripa si el texto es una invitación a soñar, a imaginar y a crear.

Estamos expuestos a multitud de estímulos. Fotos, vídeos, textos. Las redes sociales se llenan de mensajes. Y puedo pegarme un buen rato viendo stories en Instagram, puedo abrir los ojos como platos viendo esa foto tan bella, pero sólo se me erizará la piel cuando lea esas palabras.

Esas que llegan, que tocan dentro, que te dejan el corazón blandito.

Lo mismo sucede con los textos de tu página web

Al llegar a ella verán un logo chulísimo, los colores de tu marca personal, unas fotografías de calidad. Y todo ello es necesario, no me malinterpretes. Es esencial, de hecho. Será la forma en la que comiences a transmitir esa profesionalidad que quieres contar y demostrar con tu proyecto.

Pero si acompañas todo esto de las palabras apropiadas, auténticas y con corazón, el mensaje será mucho más potente. Tendrá fuerza. Alma.

Aunque quieras describir el funcionamiento de una lavadora.

Da igual. Todo mensaje tiene las palabras adecuadas para comunicar con un objetivo. Y solamente orientando esas palabras hacia esa meta que deseas alcanzar lograrás mover a la acción a quien se encuentra al otro lado de la pantalla.

Acción de comprar. Acción de suscribirse a tu newsletter. Acción de sentir un cosquilleo especial que le haga volver a tu blog cada vez que escribas algo. Acción para contratar tus servicios.

El otro día leía las lecciones sobre emprender que Susana Torralbo había aprendido de su madre. Hablaba de amor. Y de amor propio.

Yo amo las palabras. Y amo el trabajo que sé hacer con ellas. Cuesta mucho contarlo, también lo decía ella. Pero si nosotros mismos no somos capaces de dar valor a lo que hacemos no conseguiremos mostrar a los demás que verdaderamente lo tiene.